viernes, 27 de noviembre de 2020

LOS 100 AÑOS DE ANTONIO ESTÉVEZ Y LOS 80 DEL PEDAGÓGICO EN DOS FUNCIONES INOLVIDABLES. Por Alexander Lugo

 






Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

(César Vallejo)


El jueves 29 de septiembre de 2016 presentamos la segunda función de la Cantata Criolla, en la Sala Ríos Reyna del teatro “Teresa Carreño”, en homenaje a los 80 años de creación del Instituto Pedagógico “Nacional” y los 100 años de nacimiento del maestro Antonio Estévez, autor de la Cantata, extraordinaria obra de nuestra historia musical toda, basada en textos del poeta y diplomático Alberto Arvelo Torrealba.

       Me correspondió, como coordinador de extensión sociocultural del Instituto Pedagógico de Caracas, hacer la producción general de estos dos concierto. Con la participación de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, los Solistas: Inés Feo La Cruz (en un repertorio de canciones de Antonio Estévez) y la participación de Idwer Álvarez y Franklin De Lima, en los roles de “Florentino” y “El Diablo” de la Cantata Criolla. Todos bajo la dirección musical del maestro Felipe Izcaray.

          El poeta Alberto Arvelo Torrealba, quien nació en Barinas en 1904 y falleció en Caracas en 1971, contaba con 36 años cuando publica la primera versión de su Florentino y el Diablo. "Contrapunteo de la vida y de la muerte" lo llamó otro gran poeta barinés, Orlando Araujo (Calderas 1928, Barinas 1987). Fueron tres las versiones que dio a la imprenta Arvelo, la mecionada de 1940, la de 1950 y la última de 1957. Esto le tomó más de veinte años de su vida, con los dos personajes representativos del bien y del mal, y elemento y sustancia de toda la condición humana, hirviendo en su cabeza. Su hijo, el escritor Alberto Arvelo Ramos, expresó en una ocasión que "el poeta Arvelo Torrealba viene siendo una creación de Florentino". El poeta Arvelo nos revelará este enigma:

“Y sucedió lo que tenía que suceder: en la nueva planificación de la obra los copleros rivales, en contumacia casi anárquica, se prevalieron de mi entusiasmo, para desbocarse en el desahogo ilimitado de sus argumentos reprimidos”. 

Y más adelante subrayó: 

“Así nació, con posterioridad a la CANTATA CRIOLLA, la versión última de mi poema. La última digo, porque me propongo no ceder ni un palmo ante el influjo de los personajes. Están ahora otra vez en trance de viva reyerta, pidiéndome que siga la porfía. Categóricamente enfatizo que no lo lograrán”.

    Todas estas modificaciones en el poema, y las propias angustias del poeta, apremiaron al maestro Antonio Estévez. El desarrollo argumentativo que le imprime Arvelo a la intensa confrontación, reclama del compositor un esfuerzo titánico que también tomó sus años de consagración. Estévez, quien a la sazón del estreno de su Cantata contaba con 38 años , ya era un creador maduro y probado como director de orquesta. Se había graduado de Compositor , de la mano de su maestro Vicente Emilio Sojo, en 1944, 10 años antes del estreno de la obra.  Con relación a lo que pudieramos llamar su Ars Poética, Antonio Estévez reflexionará:

“Sin intención de menospreciar, de marginar, sin dejar de reconocer que el arte popular es también expresión del hombre, el artista en el  momento de creación; una de las cosas que se plantea, es que su obra esté imbuida de ese mejor concepto del hombre, que resume lo mejor que el hombre ha acumulado a través de su historia, desde los griegos hasta nuestros días”.

"Yo hago lo que creo que debo hacer con toda mi libertad de pensamiento, con toda mi actitud frente a la responsabilidad, primero ante mi conciencia y después ante las circunstancias, los estilos, las condiciones de mi época, etc."

Fue Antonio Estévez fiel a este pensamiento hasta el momento de su muerte, ocurrida un dia como hoy jueves 26 de noviembre de hace 32 años.

        Otro personaje que tuvo mucho que ver, directa o indirectamente con la concepción final de la Cantata Criolla, fue el legendario arpista apureño Ignacio “Indio” Figueredo, quien, por sus destrezas y musicalidad, le sirvió de base a Estévez para trabajar la parte más enrevesada de la obra, como es el “contrapunteo” de los antagónicos personajes: La Porfía.

        Para cada una de las funciones contamos como invitados especiales y oradores a los hermanos Delgado Estévez, grandes músicos venezolanos y sobrinos maternos del maestro Antonio Estévez. Para el miércoles oímos las palabras emocionadas y llenas de sabiduría del recordado Raúl Delgado Estévez, quien nos dejó físicamente, en mayo del año pasado. Para la función de cierre su hermano Miguel Delgado Estévez, nos habló de sus vivencias personales con su tío Antonio, pasando por su experiencia como parte del coro de la Cantata Criolla en la función que se desarrolló en Maracay en diciembre de 1961, con la presencia en el público del poeta Arvelo Torrealba.  Miguel, siempre lúcido y elocuente, se emocionó hasta las lágrimas con sus remembranzas y nos emocionó a todos en la majestuosa Sala Rios Reyna.

        A continuación les dejo la presentación que hice de la obra de Antonio Estévez para el programa de esos extraordinarios conciertos de septiembre de 2016.

  Sácame de aquí con Dios…
Santísima Trinidad

“…su Cantata se nos revela sosegadora e inquietante, llana y profunda, universal y criolla, popular y erudita, real y fantasmagórica”. (El poeta, al músico)

La primera vez que Alberto Arvelo Torrealba publicó el poema “Florentino el que cantó con el Diablo”, fue en el año 1940, en su libro “Glosas al Cancionero”, con una dedicatoria muy particular a personajes de la literatura: “Al Dr. Santos Luzardo; a Florentino Coronado; a Juan Parao; a Arturo Cova; a Martín Fierro; a Santos Vega; a Don Segundo Sombra; A todos los grandes corazones que palpitan en los libros de América”. Edición que lleva consigo, entre otras obras de autores venezolanos, el maestro Antonio Estévez cuando sale becado a la ciudad de Nueva York en el año 1945, a cursar estudios de perfeccionamiento en composición y dirección de orquesta.

Esa legendaria confrontación del bien con el mal, representados en el poema de Arvelo en los personajes de Florentino y el Diablo, perseguirá al poeta a lo largo de su vida. En 1950 sale publicada la segunda versión del poema y para 1957, tres años luego de haber sido estrenada la Cantata Criolla, se publica la tercera versión, la más extensa y densa de todas. Ya había tenido oportunidad el poeta Arvelo de escuchar la obra musical, aunque fue en una grabación monofónica que se realizó en la concha Acústica de Bello Monte en noviembre de 1954, en el marco del II Festival de Música Latinoamericana de Caracas.

Antonio Estévez utiliza para su Cantata, los textos de las dos primeras versiones del poema, combinándolos para sus fines dramáticos en la arquitectura musical que se propone. Arvelo divide su obra en dos partes: “El Reto” y “La Porfía”, esa segunda parte que es lo que se conoce popularmente como “contrapunteo”, representa el desarrollo y desenlace de la obra y es tomado íntegramente de la primera versión del poema, en cambio para la primera parte de la obra, -El Reto-, Estévez se inclinó por la versión de 1950. Es importante destacar que para esa fecha el poeta Arvelo tuvo información por parte del maestro Juan Bautista Plaza, encontrándose ambos en la ciudad de Roma, del trabajo musical que venía haciendo desde el año 1948, el compositor con su poema; y esto lo lleva a detener por un tiempo las continuas modificaciones y ampliaciones que le daba a la confrontación universal de sus antagónicos personajes. El poeta Alberto Arvelo da la siguiente referencia a ese hecho:

Para ese momento – agosto de 1950 –según me lo explicaba en Roma el insigne profesor Plaza, ya usted tenía casi lista la CANTATA CRIOLLA. Acaecieron, a partir de entonces, varios hechos artísticos extraordinarios. En primer lugar, usted se impuso la tarea titánica, perdiendo quizás varios años de trabajo, de rehacer la partitura, precisamente en la parte de la misma que debía llevarle más tiempo: todo El Reto, más el comienzo de La Porfía. De este modo, la CANTATA CRIOLLA, interpretaba en su mitad inicial, la versión de 1950, mientras que el resto de la obra, quedaba sin cambios de fondo, concordado a la versión originaria de 1940.         

(Publicada como carta pública en el diario El Universal del 13/12/61)

         Es finalizando el año 1961 cuando por fin puede presenciar el poeta Arvelo la ejecución en vivo de la Cantata Criolla, ya venía con el conocimiento que previamente había tenido de la grabación de la segunda función del año 1954. Esta de 1961 se ejecuta el 6 de diciembre en Maracay, con los mismos protagonistas de las dos primeras funciones realizadas siete años atrás: Teo Capriles (Florentino), Antonio Lauro (El Diablo), la Orquesta Sinfónica Venezuela y la conducción del compositor Antonio Estévez. Tenía Alberto Arvelo Torrealba 57 años y ya estaba muy enfermo.   

Pero vayamos nueve años atrás, en 1952, encontrándose Antonio Estévez en el país y en plena dictadura perezjimenista, cae preso por sus ideas políticas y es confinado primero a la cárcel “modelo” de Caracas y luego al confinado en la ciudad de San Carlos, estado Cojedes. Esto no fue óbice para que continuara con la ardua labor de componer su Cantata, obra que se había impuesto desde los tiempos de Nueva York, los primeros apuntes surgen en esa ciudad en 1947. Con respecto a sus días de prisionero de la dictadura, apuntará:

Allá en San Carlos no tenía ni un piano ni nada, y me puse de acuerdo con el cura del pueblo, el Padre Palao, [que] me prestaba el harmonio de la iglesia y ahí trabajaba. Y así siguió a duras penas desarrollándose el trabajo. (Entrevista radial)

         En 1954 se crea el Concurso de Composición que llevaba el nombre de Vicente Emilio Sojo; y alentado por el propio maestro Sojo a que culmine la obra para que participara, así lo hace y envía la Cantata al concurso, ganando el primer premio.

 

Una Introspección de La Cantata

Se estructura en tres movimientos, sin solución de continuidad, tomado de las dos partes que constituyen la base del poema: El Reto, que se presenta integro en la primera parte de la Cantata y tiene una duración aproximada de 17 minutos y medio, su tempo musical es Lento y Cadencioso. La segunda parte del poema, La Porfía, la desarrolla Estévez dividida en dos movimientos sucesivos: el indicado en la partitura como II Parte, con un tempo señalado como Lento, tenebroso, que dura unos seis minutos, 45 segundos y el apoteósico final Allegro vivo en tiempo de Joropo, que dura casi 10 minutos. Contiene cuatro temas principales como son: El Tema de la Sabana (de la tierra), El Tema de Florentino, El Tema de la Soledad (o del silbido de Florentino) y El Tema de la Cabalgadura. Asimismo contiene otros dos episodios temáticos de importancia: El Gran Período Coral (Sabana, Noche, Tormenta) y los Materiales temáticos del Diablo y de Florentino (Contrapunteo). Estévez utiliza motivos melódicos propios del canto gregoriano, como son el Dies Irae (día de la ira), que lo transfigura magistralmente al ambiente del llano al exponerlo en ritmo de Joropo; y por otro lado el Ave Maris Stella, que es el himno de las vírgenes, entonado por las voces claras del coro.

La primera parte de la obra se fundamenta en un denso Preludio, escrito por Estévez luego de haber concluido todas las otras partes. Es verdaderamente una introducción o resumen muy rico de todo el material sonoro que se desarrolla a continuación. Se escuchan allí, anunciados en barruntos, como premoniciones, el tema de Florentino y el de la Tierra (la sabana). Toda esa parte está encomendad a la orquesta y al coro. Los solistas aguardan gravemente su momento de prefigurar un destino ya trazado por años. Y es al final del largo preludio cuando en “el caño de las ánimas”, el coplero solitario es retado por la “mala sombra del espanto”: Amigo por si se atreve, aguárdeme en Santa Inés, que yo lo voy a buscar, para cantar con usted. Florentino responde, no al Diablo, sino a la sabana; concluyendo allí lo que es la primera parte de la obra: …sepa el cantador sombrío que yo cumplo con mi ley y como canté con todos tengo que cantar con él.

La segunda parte se inicia con un interludio que va a preparar todo el cuadro psicológico donde se van a encontrar los dos personajes: Santa Inés. La Orquesta se encarga de describir lo que es una tempestad en el llano. Este episodio culmina con la confrontación del tema de Florentino y la imagen avasalladora de aquella tormenta, rayos y centellas: “Noche de fiero chubasco por la enlutada llanura”, la orquesta interpreta lo que representa el clímax de la obra propiamente, el tema de Florentino; luego empieza el Coro a describir con sus voces una serie de imágenes borrascosas, hasta que llega un momento en que se presenta el Diablo en el caney donde se van a encontrar: “Súbito un hombre en la puerta…”.

Es importante recordar que desde el comienzo de la obra, casi desde el preludio, hay un juego musical que plantea Estévez, utilizando una de las cinco secuencias gregorianas, que es el Dies Irae ("Día de la ira") o, día de los muertos, como el Diablo quiere el alma de Florentino, esta pretensión es descrita utilizando este canto gregoriano en toda la obra. Cuando ya se está en posesión de los dos personajes, con los temas respectivos por parte de la Orquesta, empieza un recitativo plural de los Coros: … indio de grave postura, ojos negros, pelo negro, frente de cálida arruga”. La música describe todo ese cuadro telúrico y tenebroso: “todo negro, todo negro”, diría el compositor, en una entrevista.

En la tercera parte de la Cantata, Allegro vivo en tiempo de Joropo, se presenta el escenario de la confrontación épica del bien contra el mal. El Diablo arremete inquisidoramente con sus versos comprometedores y un Florentino, más fresco y lírico, contiene con astucia el atropello hondo y poético del “cantador sombrío”. Así comienza La Porfía propiamente, la orquesta tocando en aire de joropo, a base del Dies Irae gregoriano. El centro de la obra es ese contrapunteo estrecho e intenso, el coro permanece expectante durante toda la reyerta, queda suspendido, a la espera del desenlace. La forma literaria que utiliza el poeta Arvelo en el careo de los dos personajes, es muy común en los “golpes recios” del llano, como son el Pajarillo, el Seis por derecho, o la Chipola, en estilo responsorial de pie forzado, cuya característica es que el último verso que plantea el proponente, es por el cual debe obligatoriamente comenzar quien le responde.

Ha llegado el momento en que Florentino empieza a adquirir su verdadera personalidad de hombre del pueblo; y el Diablo sigue en su posición enciclopédica, maquiavélica, tratando de acorralarlo con coplas muy bien construidas. El Coro, que ha permanecido estático durante todo ese tiempo, prepara su intervención final cuando comienza Florentino su evocación mariana en cadenas: “Sácame de aquí con Dios Virgen de la Soledad, piadosa Virgen del Real, tierna Virgen del Socorro, dulce Virgen de la Paz, Virgen de la Coromoto, Virgen de Chiquinquirá…”, el compositor interpola otro canto gregoriano: las Sopranos susurran –en bocca chiusa- el Ave Maris Stella, sumándose al arrobamiento religioso de Florentino, luego se les unen las Contraltos, ahora todas vocalizando en “Aaah”, consagrando así su respaldo y protección al bien, termina Florentino con la patrona de los llanos, la Virgen del Carmen y el signo teológico de la Santísima Trinidad.

Ahora es el turno de las voces oscuras: los Tenores y Bajos, quienes en ese torbellino final, glosan la última frase con que el coplero logra enmudecer al diablo: “Virgen del Carmen bendita, Santísima Trinidad. Una pequeña coda orquestal -post-ludio- con acordes que simbolizan los dos temas principales, el de la Tierra, que corresponde a la Sabana y el de Florentino, es decir el del pueblo; la luz contra la oscuridad, el bien contra el mal, cierran brillantemente la obra.

Alexander Lugo Rodríguez

 

 

Ser artista no es un privilegio; es un compromiso, una responsabilidad con la cultura, con el país, con el mundo. (Antonio Estévez)

 

(con una iluminada luna en cuarto creciente del jueves 26 de noviembre de 2020)




 







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