Sería un primero de agosto de aquel año
84, cuando el maestro Luis Laguna, ya bastante complicado por la diabetes,
fallece en la ciudad donde se había residenciad desde muy joven y desarrolló
toda su extraordinaria carrera musical, Maracay.
En apenas 58 años de vida logra
ubicarse con todos sus aportes, en un lugar privilegiado de nuestra historia
musical, particularmente de la llamada “música popular instrumental venezolana”.
Había nacido Luis Alfredo, en la
pequeña ciudad de Guacara, estado Carabobo, un primero de mayo de 1926. Muy joven
se muda con su familia a Maracay, donde creció y comenzó su educación. En gran
parte fue un autodidacta, se destacó desde temprano, como un talentoso
guitarrista y prolífico compositor, mientras creaba un estilo distintivo propio
mediante el uso de armonías y ritmos contemporáneos, así como magníficas
melodías que desplegó en sus obras.
Fue un compositor muy fecundo, con un
estilo rico en armonizaciones modernas, pero sin dejar de hacer sentir el ritmo
y el giro melódico propio de nuestra música popular.
Hombre humilde y de alma sensible, catalogado
como un poeta de los sonidos, a la manera de los extraordinarios trovadores brasileros
de la década del sesenta. Un inspirado estudioso de su vida nos describe la
magia de Luis Laguna de la siguiente forma: “toma en sus ojos y en su alma
sensible, las vibraciones y las pequeñas cosas de nuestra vida diaria y no las
devuelve en poesía sencilla, pero llena de una extraordinaria verdad humana,
criolla y poética”.
Desde adolescente, con la ingenuidad y
sencillez que siempre lo caracterizaría, va recogiendo todo tipo de motivos que
significase parte de la vida cotidiana, de su sentir, para expresarlos a través
de su música. Toma las pequeñas cosas de la vida diaria para devolverlas en
poesía sencilla llena de una verdad humana, y muy original. Su manera de evocar
el pasado, la historia común, las más sencillas cosas de la vida lo convertirán
en un prolífico autor, constituyéndose su obra en un importante legado de la
tradición oral venezolana, lo cual puede llevarnos a la interpretación estética
de su música popular.
Estamos
ante un auténtico hombre de pueblo, con su sensibilidad a flor de piel para
componer y escribir sublimes notas que más tarde se harían célebres canciones
en labios de destacados intérpretes, de esa manera se lanza a conquistar su
propio rumbo. Con gran esfuerzo y tesón logra que su condición de músico y
poeta, no se aparte nunca de él.
El maestro Luis Laguna venía tejiendo,
con gran conciencia, una propuesta que se convertiría en una escuela sin aula,
expandida por las sonoridades, nuevos acordes y progresiones valientes por los
aires de un país que se había atascado en un momento dado en la espesura de un
folclor rico, variado y asentado, con mucho peso, en el gusto de la población a
mediados y finales de los años sesenta,
Con su obra propuso modulaciones
atrevidas pero agradables al oído, líneas melódicas intrincadas, algunas con
cierto barniz barroco, siempre sin sobrepasar el nivel de los remilgos que
empalagan, una rítmica que, en su horizontalidad, era alterada por “cortes”
inesperados y con una síncopa que cabalgaba el tema sin afectar su percepción
estructural pero que, mágicamente, iba bordando el sello inconfundible de su
propuesta estética.
En su música destacan muchos rasgos de
autenticidad y tradición, su lírica refleja las realidades y tradiciones del
pueblo. Ejemplos de ello son los merengues golosinas criollas, centavito de
navidad y un heladero con clase. En todos ellos, se evoca la cotidianeidad de
la Venezuela de los años sesenta. Su obra también promueve el reforzamiento de
la identidad nacional y las costumbres pasadas, por lo que es una valiosa
herramienta de resistencia de las culturas populares, que se encuentran depositadas
en la memoria colectiva de los pueblos, sin perder ninguno de sus elementos
poéticos.
Es posible pensar que a través de la
obra de Luis Laguna se reafirma la memoria filosófica de la cotidianeidad, de
la cultura popular venezolana, de su entorno; ya que reactiva la herencia y la
mantiene viva. Quienes se involucran con su música se inscriben dentro del
estilo de sus estructuras armónicas, constituyéndose así una escuela o
tendencia muy particular. La herencia de Laguna se constituye, entonces, en la
reafirmación de lo cotidiano y la exhortación de la identidad local a través de
sus liricas y sus armonías.
Algunas de los merengues de Luis Laguna
más celebrados son: Criolla Fantasía, Un heladero con clase, Golosinas criollas, La
Comae Joaquina, Bellas tradiciones, el Tramao, el Chévere, entre otras.
También es autor de importantes valses y joropos venezolanos, pero es notoria su
fuerte predilección por el merengue caraqueño. Algunas de sus canciones más
populares son Serenata, Al poeta, El saltarín, Mi merengue, Nathalia.
Se hizo muy apreciado por la poética de sus letras, llegando a colaborar con otros
colegas que le ofrecieron su música para que las convirtiera en canciones, como
Patatín
Patatán de Pablo Camacaro y Criollísima de Henry Martínez.
Claudia Gutiérrez y Adrián Suárez,
escribieron su Tesis de grado sobre nuestro autor. La titularon: Luis Laguna y el merengue venezolano. Licenciatura
en Artes, UCV (1994). Del mismo modo Jamshid Porras Becerra, recientemente
presentó una Tesis doctoral en la Universidad de Salamanca (España), titulada: 40 años de música instrumental de raíz
tradicional venezolana (1973-2003). La cual fue publicada en el pasado mes
de marzo de 2021. En este importante trabajo se destaca el impacto que tuvo la
agrupación fundada en 1973 por Luis Laguna: Venezuela 4. Veamos:
En Venezuela, a partir de la década de
los setenta, comienza un cambio en el concepto de la música instrumental de
raíz tradicional venezolana. Los arreglos, el formato, los géneros a
interpretar, las formas de expresión y ejecución van a ser la clave del cambio
en la música que se venía haciendo en el país. Básicamente gracias a tres
agrupaciones: Luis Laguna y su Venezuela
4 (1973), el grupo Raíces de Venezuela (1976) y El Cuarteto (1979). A
partir de ahí se fue generando un movimiento de agrupaciones y músicos volcados
a la música tradicional venezolana. Dicho movimiento fue creciendo año tras
año, incorporándose músicos venidos del ambiente académico, del jazz, de lo
folklórico, de lo popular y por supuesto de lo tradicional, convergiendo en
propuestas novedosas.
Es importante destacar que aunque la
tesis doctoral de Porras Becerra no los menciona, otro Grupo que ha tenido
mucho impacto en la música instrumental venezolana y que ha tomado en cuenta
las composiciones y el estilo de Luis
Laguna y su Venezuela 4, es El Ensamble Gurrufío, fundado en 1984
por Cheo Hurtado, Cristóbal Soto, Luis Julio Toro y David Peña.
Pero veamos lo que ha significado la
agrupación creada por Luis Laguna:
En 1973 Luis Laguna funda en Maracay Venezuela 4. Esta agrupación será de
suma importancia para el desarrollo de la música instrumental popular
venezolana. Venezuela 4 va a ser el
referente directo para los músicos de Raíces,
(y los que vendrán luego) el formato, el repertorio y la forma de
interpretación, serán características que ambas agrupaciones compartirán a lo
largo de su trayectoria artística.
Venezuela
4, junto con el grupo Raíces y EL Cuarteto,
conforman los tres grupos que servirán como punto de partida para la nueva
música popular, instrumental venezolana, cada uno de ellos va a adoptar un
estilo propio de ejecución, composición y arreglos. Pero, sin duda alguna, los
tres son los referentes más importantes de la música contemporánea venezolana.
Hay en día, desde la música académica hasta el Jazz que se hace en Venezuela,
tiene que ver con estas agrupaciones.
Integrado originalmente por Luis Laguna
(guitarra y dirección), su hijo Carlos Laguna (cuatro), Eliezer Guzmán
(mandolina) y Carlos Soto (contrabajo), a los que se le unirán posteriormente
Henry Martínez y “Lencho” Amaro, en las guitarras. Siendo sin duda las
composiciones del maestro Luis Laguna, repertorio obligado para Estudiantinas,
cantantes y grupos musicales. Venezuela 4
edita su primer disco en julio de 1975, inaugurando con ello, la nueva
concepción de música popular instrumental venezolana.
Siendo Venezuela 4 un cuarteto, se puede decir que su principal
característica es la mandolina como única voz melódica, exceptuando algunos
casos donde la guitarra hace la melodía, pero siempre supeditada a la
mandolina, de esta manera el cuatro, el contrabajo y la guitarra, en la mayoría
de los casos van a servir de acompañante a la mandolina.
La figura de Luis Laguna como
compositor es de suma importancia ya que la mayoría de los temas interpretados
por Venezuela 4 son de su autoría, un
ejemplo de esto es su primer LP, donde ocho de los doce temas grabados le corresponden.
En ese disco aparece también el merengue El
Porfiao de Alberto Muñoz, cuatrista del Cuarteto Caraquita.
De manera anecdótica es bueno destacar
que quien enseñó a Eliezer Guzmán a tocar la mandolina (mandolinista de Venezuela 4), fue Orlando Moret (mandolinista
de Raíces), cuando ambos eran
estudiantes en la ULA de Mérida hacia finales de los años sesenta. Quizás por
ello la manera de tocar de Eliezer, en cierta forma responde al estilo de
Moret. Por otra parte Venezuela 4 no
tiene flauta en su ensamble, a diferencia de El Cuarteto donde la flauta es imprescindible. Así mismo Venezuela 4 como Raíces, usan la
mandolina en su conformación, - Raíces le
incorpora una más para armonizar la voz principal-.
A partir del fallecimiento del maestro
Luis Laguna, ocurrida el 01 de agosto de 1984, se reduce un poco el desarrollo
de Venezuela 4, a pesar de que la agrupación
va a contar con dos importantes compositores, como lo son Henry Martínez y “Lencho”
Amaro. Ya para mediados de los años noventa el grupo desaparece, dejando un
centenar de composiciones musicales en el repertorio de la música popular venezolana.
Venezuela 4 grabó siete producciones
discográficas.
Sin embargo la música de Luis Laguna no
desaparecerá nunca de nuestra cultura y será siempre un referente digno de
estudio y de conocimiento. El Maestro Luis Laguna dejó un legado tan valioso
como trascendente en nuestra música popular, y con él se abren las puertas a
las más innovadoras propuestas y experiencias de tratamiento virtuoso de la música
que se viene desarrollando con tanto éxito en Venezuela.
Alexander
Lugo Rodríguez
01/08/2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario