A mediados del año 2011, fui
entrevistado por una docente de música y cantante lirico, con incursiones
exitosas en el canto popular, que realizaba su Tesis Doctoral. Formé parte de
un conjunto de músicos que la investigadora había escogido para elaborar sus
planteamientos y desarrollar toda una propuesta desde la óptica metodológica
construccionista de la música venezolana.
La pregunta fundamental que se
nos planteó, por separado y en nuestros propios ambientes laborales, fue: ¿Qué
significa para ti la música venezolana? Los temas, según se puede leer en la
propia tesis se desarrollaron: “tomando trechos de los relatos donde aparecen
diferentes expresiones de sentido citadas textualmente y que actúan como
núcleos que contribuyen al tema o subtema de que se trate”.
Los entrevistados no fuimos
identificados por nuestros nombres, el trabajo, por demás interesante y
preciosamente presentado y desarrollado, consolidó en la investigadora su
“convicción en cuanto a que la construcción de conocimientos acerca de los
sentidos subjetivos vinculados a prácticas y procesos de la música venezolana,
sólo podía ser realizada a partir de métodos cualitativos, dentro de una
perspectiva interpretativa…”
Los discursos extraídos de cada
entrevistado, al tener como centro de nuestra reflexión el tema cuestionado
referido a la música, “evocan permanentemente los rasgos esenciales de este
arte”.
Posteriormente fui designado
por la Universidad donde laboro como parte del jurado de la misma tesis, por lo
que me vi doblemente vinculado a su desarrollo, evaluación y aprobación.
Extracto de dicha Tesis algunos
párrafos donde se citan partes de mis declaraciones, con ligeras modificaciones
de estilo (los relatos por supuesto fueron grabados y luego transcritos
textualmente), asimismo incorporo algunos subtítulos y comentarios de la
investigadora (estos últimos van entre paréntesis).
La Tesis fue defendida hace
casi diez años (noviembre de 2012), obteniendo la máxima calificación y las
recomendaciones para su publicación. Considero que mis humildes opiniones
pudieran servirle a algunos para debatir o cuestionar diversos puntos de vista
sobre un tema que cada día se hace más imperioso sacar a la luz de los debates
y las discusiones públicas.
Con el transcurrir del tiempo he
tenido la necesidad espiritual y estética de modificar algunas de las ideas que
allí planteo, sin embargo la gran mayoría de ellas las sostengo. En cuanto a
las descripciones de mi experiencia vivencial con la música, al releerlas me
han confirmado un sentido de evolución y profundización en mi mundo de vida.
Pido disculpas de antemano por
la pretenciosa postura de transcribir textos donde me citan, pero un discurso
es la expresión arrojada y muchas veces impertinente de una idea o punto de
vista. Ya en este momento las leo como si de otra persona se tratara y puedo
también debatirlas, enmendarlas o confirmarlas.
Pertenencia
e Identidad
… En principio quise estudiar la música en forma sistemática: Teoría y Solfeo,
la práctica orquestal, manejo de repertorio académico. La música venezolana
estaba siempre en mí, pero no trabajada… Pero también empieza a aparecer una afición
por la música popular en general… Los instrumentos de la música venezolana que
yo ejecuto no los estudié en escuelas, sino que me formé como autodidacta, solo
que yo ponía en práctica cosas de la teoría para mis primeras
interpretaciones... primero fijando bien los tonos y semitonos y empecé a sacar
cosas de oído; después me liberé por completo de la partitura… de toda esa
parte y así me fui inclinando más a lo popular y tradicional.
Desarrollo
de Competencias a través de la Música
… como te dije ahorita que comencé a estudiar música de manera formal, en
un conservatorio, en una escuela de música, entonces esto, (la música
venezolana) queda puesto así como de lado, pero eso está alrededor de uno. Mis
padres no eran músicos, tenía unos primos que eran músicos populares y me
gustaba mucho reunirme con ellos, mis tíos mandolinistas y cantores… Yo sentía
que ellos me admiraban porque yo sabía leer música y ellos no podían hacerlo,
pero yo realmente era quien los admiraba por toda la música que hacían. Siempre
que iba para allá, los buscaba donde estaban -que era bien retirado de donde yo
vivía- para apreciar la música que hacían.
Hacerse
adulto en Compañía de la Música Venezolana
(La trama de sentido que se entreteje alrededor y a partir de la música venezolana (MV), acompaña o envuelve al niño o joven que se involucra en ella. Los procesos inherentes al aprendizaje de las técnicas, la disciplina de los entrenamientos, de los encuentros para hacer música en grupo, la búsqueda de la sintonía con los estilos y sus particularidades y sus tradiciones, entre muchas otras prácticas y saberes, forman parte del espacio simbólico en el que los niños y jóvenes construyen sentidos subjetivos sobre la música. El sentido de pertenencia es presentado en dos formas principalmente; por una parte como expresión de posesión, de lo mío, de lo nuestro, que es tanto una tendencia simbólica y un privilegio, como un saber acerca de algo que necesita ser conocido. La pertenencia puede ser vista como posesión en una dirección inversa, como que es la música la que posee o se apodera de la persona; "penetrar en la “esfera estética, la experiencia de ser poseído por el objeto”, veamos lo que dice nuestro entrevistado):
…
para mí la música venezolana en un momento dado toma un protagonismo, llega un
momento en que se adueña, pues, en el caso mío, se adueña de lo que yo soy como
músico, de lo que he ido formando, de lo que estudié, de mi apreciación propia
de la estética musical, de la interpretación musical.
Construcción
Social de Subjetividad: Reconocerse como músico
(El
reconocer como músico al otro, en especial cuando se trata de músicos
eminentes, admirados, aparece también, constituyéndose esta configuración
subjetiva):
… yo veo a Antonio Lauro y quizás eso puede haber pasado con Modesta Bor
y con Antonio Estévez, sobre todo, que ellos eran músicos populares, o por lo
menos, tenían una formación, un contexto familiar, un acervo en la música
popular… muy fuerte y van formándose como músicos académicos manteniendo ese
apego a lo popular…
(Al
desplegar en sus relatos los procesos de comprensión de una especie de
genealogía de los desarrollos musicales en Venezuela y más allá, comienzan a
aparecer las menciones a los predecesores y a los que, quizás en un momento,
fueron contemporáneos a los que se idealizaba).
El
Tesoro Musical de Venezuela
…Nuestra
riqueza y variedad de formas y de armonías, su estructura melódica (…) pienso
que, de quince años para acá, hay un realce en la música venezolana, mejor dicho,
eso siempre ha estado ahí, pero la gente como que se ocupa más, la escucha, la
valora… y uno ve a los muchachos jóvenes muy interesados, tarareando y haciendo
música venezolana.
(Aprovechar
esa riqueza depende de que podamos conectarnos con ella, de que la conozcamos,
que su existencia esté en nuestro horizonte):
…
yo pienso que la riqueza de cualquier músico es poder, si no ejecutar, por lo
menos poder ampliar el horizonte de conocimientos, pues, de modo que en
cualquier caso sea de provecho.
Entre
la Guataca y la Academia: Convergencia de Saberes
…recuerdo que en el caso de los que estábamos en el Sistema de Orquestas
y más si pertenecías a la familia de los metales como yo -en la música clásica me
formé como trombonista- y tocabas música popular, eras mal visto y criticado
hasta por los mismos compañeros, las cuerdas, maderas, estos hacían comentarios
burlistas, como diciendo: “que guataquero”, una cosa así. Pero eso fue
cambiando poco a poco, llega un momento en que se le concibe como una música
que tiene un gran valor; y sobre todo una música cuando está bien hecha, como
debe ser toda música, una música tiene su valor en cuanto esté bien hecha, bien
interpretada.
…
Trataba de tocar todo lo que oía, incluso por la radio (…) que
ponían mucha música venezolana. Entonces, bueno, esa era la música que yo
escuchaba… tan es así que cuando yo empiezo a estudiar música clásica, comienzo
a buscar… discografía, es otro mundo donde tengo que empezar a cultivarme,
porque no era de mi entorno, pero si era como una fiebre…
(En sus
relatos los actores sociales hacen visible la línea demarcadora entre lo
popular y lo académico y las estrategias que ponen en práctica para navegar
entre esos dos mundos).
Estética
Europea y Formación de Conservatorio. Escuelas venezolanas de composición
(Históricamente
esos mundos han estado tocándose, como lo expresa esta reflexión):
... Y
evidentemente, de estos tres maestros que he nombrado (Lauro, Estévez y Bor) no
podemos obviar que ellos están bajo la égida del maestro Sojo, que destacaba
eso; que quizás en otro momento histórico, si vemos hacia atrás, la llamada
Música de la Colonia, evidentemente esos músicos estaban allí, pensemos en Lino
Gallardo, Juan Manuel Olivares o José Ángel Lamas, tendrían que, dentro de
ellos, reminiscencias de su música, pero estaban trabajando una música muy
particular que … quizás, los alentaba a ello el Padre Sojo, que era hacer una
música Sacra al estilo de Europa.
... Vicente
Emilio Sojo, el maestro Sojo, era un nacionalista en ese sentido, además fue un
músico popular, guitarrista, serenatero y recopilador de muchos cantos
tradicionales. Entonces eso se ve que influyó muchísimo -no en que un Lauro
tuviera todo ese bagaje, o un Antonio Estévez, o una Modesta Bor, (…) o un
Inocente Carreño con la música de Margarita- sino en darle el valor a esa
música…
... Esa
anécdota extraordinaria de cómo es que, cuando está componiendo la Cantata
Criolla Antonio Estévez, le dice el maestro Sojo: “pero ¿tú has visto realmente
un contrapunteo en el llano? Porque aunque seas de Calabozo tú te has metido…? Entonces
Sojo lo motiva a que fuera a escuchar la música llanera. Y Estévez hace ese
viaje maravilloso a Barinas y Apure, donde se consigue con el Indio Figueredo,
ese extraordinario viaje en compañía de Freddy Reyna y Reynaldo Espinoza. El
maestro lo motiva a buscar realmente la tierra.
... Pero,
eso es algo como que está dentro del músico y salió, salió y en su música está
clarita, la presencia de los ritmos de la música tradicional, de las melodías,
de las armonías y, en el caso de Antonio Estévez, de la atmósfera de la música del
llano, o sea, describir esa atmósfera… claro, era también ese periodo que
utilizaba Sojo, que era el ‘impresionismo’ musical, esos colores que ellos
trabajan allí, (…).
…Sí,
además, que trascienden fundamentalmente estos maestros de la escuela de Sojo
por la música venezolana, la música académica, una ‘Glosa Sinfónica’, sus
conciertos, la ‘Cantata Criolla’, los Valses venezolanos, justamente aquello
que representa más, que denota más la música venezolana… como el caso
extraordinario de Lauro.
... Todo
ese ambiente, yo no sé si es una exageración mía pero es un ambiente único.
Evidentemente cuando ya estaban formando esa cantidad de talentos que
confluyeron ahí con el maestro Sojo, y luego ese movimiento que se gestó como
tal, las obras que iban saliendo, que se dieron, los Castellanos: Evencio y
Gonzalo, por nombrar solo algunos. Pero diría que todos ellos son unos grandes
amantes y cultores de la música venezolana. Evencio Castellanos fue un gran
intérprete de valses venezolanos al piano, sus grabaciones son referencias,
incluso inspiraron a Lauro a componer sus valses para guitarra.
(Las
primeras experiencias y los modos en que los actores sociales entablan relación
con sus contextos de vida respecto a la música, me dejan ver una urdimbre de
significados cuya riqueza y profundidad emerge gracias a la perspectiva
epistemológica interpretativa que propicia un acercamiento metodológico a una complejidad
cuya comprensión apenas se inicia).
Música
Venezolana: Representaciones, Legitimaciones
… No es solo joropo, que de por sí es muy rico y variado si hablamos del
joropo como tal, es decir, si vamos a hablar del joropo tuyero, del llanero,
del oriental y hasta del joropo guayanés que no tiene mucho tiempo de denominarse
así. Yo soy nacido en Ciudad Bolívar pero me crie en El Tigre. Esto lo sé más
que todo por conversaciones, pero, la gente que hacía joropos en Bolívar,
pensaban que era joropo llanero; o lo hacían, digámoslo así, pero de un modo
muy particular; después: ‘oye pero ese es un joropo distinto’, porque tiene
como de cumanés o del joropo oriental, más que todo de Sucre, y por supuesto
del llanero como tal.
… yo tengo también unas diferencia de percepción en cuanto a que el
joropo realmente sea la música que nos representa a nivel nacional; es decir
nos representa porque como que ha tomado
eso, pero, por qué no pudo haber sido otra, ¿no? Y tiene que ver hasta con
situaciones económicas y políticas, eso está claro.
Paisajes
Musicales
… Por la misma situación de la explotación petrolera en los años 50,
prácticamente El Tigre fue fundado por margariteños y por gente venida de
lugares tan lejanos como Maracaibo y otros lugares vecinos como Bolívar, etc.,
(…) porque El Tigre no existía, sino los pueblitos y caseríos muy perdidos
aledaños a él; Aragua de Barcelona era el pueblo cercano más importante del
estado Anzoátegui, Ciudad Bolívar está muy cerca. El Tigre, luego por dicha
explotación petrolera, se desarrolla. Eso me permitió escuchar mucha música
oriental, música zuliana (en El Tigre existen muchos grupos de gaitas),
galeronistas… es una cosa como de todos los días… y, por supuesto la música
llanera. Queda muy cerquita Pariaguán (a 60 Km.) que es como una parte de
Guárico; lo mismo que Bolívar con sus calipsos, Monagas, hacia El Chaparro y
Cachipo hay mucha ganadería y se hace mucha música de joropo llanero.
…quizás por esa variedad y esa riqueza de formas y de maneras de
ejecutar la música venezolana, (…) es que se dificulta hasta para nosotros mismos
conocerla bien, conocerla y comprenderla en todo su esplendor…
… Escuchábamos los discos, escuchábamos a Serenata Guayanesa cuando se
presentaba en vivo en El Tigre, a Morella Muñoz cuando iba a la Casa de la
Cultura, hasta a Alí Primera lo fuimos a ver allí. A Cruz Quinal, un legendario
mandolinista y constructor de instrumentos. Cecilia Todd, con Miguel Delgado
Estévez,… Fueron esos descubrimientos de, cómo importantes músicos ejecutaban
con esa maestría la música venezolana, tanto cantantes como instrumentistas…
¿Cómo toma forma eso luego (en mí)? Oye… es como… sí… como una identidad… Siempre
recuerdo cuando conocí a Luis Mariano y quedé enganchado inmediatamente con su
música.
(En
este testimonio encontramos cómo estos “importantes músicos”, al aportar su
maestría interpretativa al cultivo de la MV le comunican a esta esa
importancia, la realzan a los ojos de estos jóvenes, la conectan con todo un
universo simbólico. El cultivo de la MV, en lo que se conceptúa como un alto
nivel de calidad, se legitima en un universo simbólico en el que las figuras de
prestigio, “legendarias”, son como
dioses. El profesor dice que ese descubrimiento toma forma… como una identidad.)
(Ese
acervo musical, como afirma el entrevistado, siempre se está haciendo):
… Porque la música venezolana, como pasa con casi toda música popular, es
música de interpretación y repentismo –permíteme utilizar ese término-; es
quizás, una música que siempre se está haciendo, o sea, que si tú eres
galeronista oriental, de repente un día ves que hay una forma distinta, otra
figura… o escuchas a alguien y te das cuenta que hay otra manera de
interpretarlo, eso hace que esa música que llaman folklórica, o tradicional,
siempre se está enriqueciendo…
(Por todo ello me siento
privilegiada por la vida de haber tenido la experiencia de vivir
simultáneamente en diferentes dimensiones temporales compartiendo con genuinos
pensadores y artistas el amor y el conocimiento por la Música de Venezuela).
Alexander Lugo Rodríguez
27 de marzo de 2022
Excelente trabajo profesor Alexander Lugo.Interesante demás haber traído a colación esa entrevista que le hicieran en el año 2012 sobre el arte de la música y muy bien desarrollado en este artículo y sus nuevas perspectivas. Felicitaciones querido profesor
ResponderEliminarMaría cómo estás? Muchos saludos!
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